Tanzania es uno de los destinos con más atractivos de la África Negra. Su vasto y denso territorio ofrece infinidad de aspectos al viajero, tanto al aventurero como al que busca tan sólo la paz.

Una de las cosas que más impresiona a aquellos que visitan este país son los contrastes, la tierra, la gente, y el bullicio que siente en las calles que cautiva sin remedio. Sea cual sea el matiz que acaba siendo el enganche del turista, la mayoría de ellos comenta que desea volver “pero con más tiempo" 

Desean volver y poder así disfrutar de todo una vez más, pero a un ritmo diferente, saboreando de nuevo la África Salvaje y sus animales más feroces. Desean disfrutar de esos pequeños poblados por los que han pasado en su ruta y eran vislumbrados desde la lejanía, bajo la colina de lo que con toda seguridad es una zona difícil, pero donde viven personas llenas de curiosidad y felices de que visites su país. Siempre hay calles y barrios en las ciudades que caminando se conocen mejor.

Desean adentrarse a pie en lo más autóctono, lo más corriente para el tanzano y disfrutar de la gastronomía al son de la música Bongo Flava. Existen estos rincones en todos los ángulos del país.

El interior ofrece lo más duro del viaje, con lugares de complicado acceso que puede convertirse en una aventura para los más atrevidos. Las ciudades ofrecen las comodidades occidentales mezcladas con lo más local. 

La costa y las joyas de las Islas de Zanzíbar y Pemba arrastran al viajero al sueño eterno del descanso mental que muchos buscan. El mar, la brisa y la influencia del Islam en la arquitectura y la cocina será la corona que todos desearán llevarse a casa con ellos.

Lo que no te debes perder 

• Visitar los parques de Tarangire, Ngorongoro, Serengeti y el Monte Kilimanjaro y sus tribus.

• Dar un paseo por los alrededores del Monte Kilimanjaro.

• Disfrutar de la comida tanzana.

• Adentrarte en un mercado local.